ANOREXIA: sus secuelas

"Tu cuerpo es el hogar donde habitarás toda la vida, cuídalo, mantenlo sano, dale gustos, consiéntelo, llévalo al doctor si algo le duele, repáralo, ponlo guapo… pero no lo idealices, acéptate tal cual eres, pues cuando te vayas de aquí, él se quedará y sólo podrás llevarte la cosecha de tus obras" Autor: Fco. Alejandro Ruiz González.

Por desgracia, cada vez tendemos más a idealizar nuestro cuerpo y a torturarnos con cómos nos gustaría ser o a quién nos gustaría parecernos. Sin embargo, cuando pensamos en esto, no tenemos en cuenta las consecuencias que esto nos traería con el paso del tiempo y así es cómo muchas jovencitas y jovencitos pierden la vida actualmente.

Se entiende por anorexia la falta anormal de ganas de comer. Con el rechazo constante a la comida, se llega de forma progresiva a un estado de decaimiento físico, normalmente acompañado de estreñimiento y amenorrea (cese de la menstruación). La desnutrición es uno de los primeros signos de anorexia.

Lo que a mí me interesa destacar en este artículo, no son las causas de la anorexia ni cómo se llegan a ella. Mi intención es informar de cuáles son las secuelas que quedarán en nuestro organismo durante y después de haber superado esta enfermedad.

Se ha comprobado que la tasa de mortalidad de la anorexia nerviosa, aumenta después de cinco años transcurridos de la enfermedad, siendo inusual en las etapas iniciales. Por eso es importante la detección temprana de estas enfermedades, para no demorar el tratamiento.

Secuelas cardiovasculares: arritmias, bradicardia (frecuencia cardiaca menor de 60 pulsaciones por minuto), prolapso de la válvula mitral una de las causas principales de muerte súbita, hipotensión y cierto grado de insuficiencia cardiaca

Secuelas endocrinas: ovarios poliquísticos como consecuencia de períodos irregulares, osteoporosis (disminución de la densidad ósea) déficit de hormonas tiroideas, trastornos en la producción de insulina, en hombres, disfunción eréctil problema a largo plazo.

Secuelas dermatológicas: alopecia, acné tardío, piel pálida, amarillenta o seca, ruptura de vasos capilares y, como consecuencia, hematomas.

Secuelas digestivas: mala absorción por el intestino liso, que conlleva a la falta de minerales, alteraciones en el ritmo evacuatorio, diarrea o estreñimiento, reflujo gastroesofágico (paso del contenido del estómago al esófago, produciendo una sensación de ardor y quemazón que puede derivar en problemas aún más graves, como tumores en la zona), úlcera gastroduodenal y gastritis crónica.

Secuelas hematológicas: déficit de leucocitos, que conlleva a un descenso de las defensas y a ser más susceptible a cualquier infección que, de tener buena salud, no la contraería (enferman con más facilidad). Estas personas están inmunodeprimidas ya que su sistema inmunológico no funciona como debería y por eso presentan alteraciones inmunológicas similares a las del SIDA. Anemia crónica, problemas en la coagulación sanguínea etc.

Secuelas nerviosas: problemas en determinadas áreas cerebrales (suele ser reversible con la recuperación nutricional).

Secuelas psiquiátricas: Se refiere a todos los problemas emocionales y psiquiátricos que la anorexia ocasiona en los pacientes con este tipo de trastornos: Depresión, psicosis maníaco depresiva, desesperación, ansiedad e incluso pueden llegar a padecer alucinaciones.