La sangre sale del corazón hacia un vaso sanguíneo grande llamado aorta. La válvula aórtica separa el corazón y la aorta. Esta válvula se abre para que la sangre fluya hacia fuera. Luego, se cierra para impedir que la sangre regrese al corazón.
Existe una cirugía, en la cual se sustituye la valvula aórtica por una bioprótesis, considerándose el mejor tratamiento de elección. Aunque la sustitución aórtica se lleva practicando desde hace más de 50 año. Este procedimiento es recomendado solo en paciente con estenosis aórtica severa, y que presentan alto riesgo de cirugía convencional.
Las bioprótesis “sin sutura” es diseñada para mejorar el perfil hemodinámico, disminuir los tiempos durante la cirugía, del pinzamiento aórtico y circulación extracorpórea y posibilitar el abordaje con de está válvula con una mínima incisión. Todas estas ventajas la convierte en opción para la sustitución valvular aórtica en pacientes de alto riesgo quirúrgico.
Este procedimiento representa excelentes resultados a corto y largo plazo, con una mortalidad operatoria de 1 a 2 % , en la sustitución valvular aislada del y 1 al 3% en los pacientes de bajo riesgo menores de 70 años.
También esta cirugía presenta una baja incidencia de complicaciones neurológicas y fugas periprotésicas en comparación con los resultados reportados por las prótesis aórticas percutáneas (Cirugía convencional). Tampoco hubo casos de Mismatch (Desajustes) ni en el postoperatorio inmediato ni durante el seguimiento.
El Mismatch o desajuste entre la prótesis y el paciente es un término utilizado en la cirugía de estenosis aórtica, que se da cuando el área del orificio efectivo de una prótesis que funciona normalmente, es demasiado pequeña en relación al tamaño del cuerpo del paciente.
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