La diabetes es una enfermedad que se produce porque el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina suficiente o nuestro organismo no es capaz de utilizarla con eficacia.
Para entender mejor el concepto de diabetes, es necesario saber qué es la insulina.
La insulina es una hormona cuya función principal es mantener los niveles adecuados de glucosa (azúcar) en sangre. Permite que la glucosa sea captada y transportada al interior de las células, en donde se transforma en energía para que funcionen los músculos y demás tejidos. Además de permitir el almacenamiento de glucosa hasta que sea necesaria (períodos de ayuno).
El proceso de obtención de energía de una persona normal transcurre de la siguiente manera: el alimento entra en el organismo, pasa al torrente sanguíneo donde se distribuye a todos los órganos y músculos para la obtención de energía. La entrada del alimento, estimula la producción de insulina por el páncreas, lo que favorece la captación de la glucosa por los tejidos. Cuando hay ausencia de insulina, no se absorbe esa glucosa, permaneciendo en el torrente sanguíneo, causando una hiperglucemia.
Existen dos tipos de diabetes:
· Diabetes tipo I: es la escasa producción o ausencia de insulina debido a que las células del páncreas encargadas de su producción, dejan de trabajar o son destruidas.
El proceso de obtención de energía de una persona normal transcurre de la siguiente manera: el alimento entra en el organismo, pasa al torrente sanguíneo donde se distribuye a todos los órganos y músculos para la obtención de energía. La entrada del alimento, estimula la producción de insulina por el páncreas, lo que favorece la captación de la glucosa por los tejidos. Cuando hay ausencia de insulina, no se absorbe esa glucosa, permaneciendo en el torrente sanguíneo, causando una hiperglucemia.
Existen dos tipos de diabetes:
· Diabetes tipo I: es la escasa producción o ausencia de insulina debido a que las células del páncreas encargadas de su producción, dejan de trabajar o son destruidas.
Normalmente estos pacientes son insulino-dependientes y necesitan inyecciones diarias de insulina. Puede ocurrir a cualquier edad pero se diagnostica con mayor frecuencia en niños, adolescentes y adultos jóvenes, y muchas veces independientemente de los antecedentes familiares.
Los síntomas más comunes son el aumento de la necesidad de beber y de la cantidad de orina, sensación de cansancio y pérdida de peso, a pesar del incremento de las ganas de comer.
· Diabetes tipo II: mucho más común. Se debe a una producción escasa o resistencia del organismo a la insulina, acompañada de un aprovechamiento insuficiente por parte de las células. Normalmente se manifiesta en personas obesas o con sobrepeso, ya que el exceso de grasa dificulta la absorción de la insulina (también puede presentarse en personas delgadas pero es más típico de ancianos). Se diagnostica en edades más avanzadas y puede estar relacionada con antecedentes familiares. Según qué defecto de los dos predomine, al paciente se le habrá de tratar con pastillas antidiabéticas o con insulina (o un combinado de ambas).
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